Una familia y un par de amigos yacen juntos, sentados sobre una banca larga de madera que mira a la intersección.
Una viejecita baja despacio la calle con su bastón, mirando contemplativamente a sus alrededores, buscando una sonrisa, un gesto, un meneo de manos que se ve despacio, pero se siente enorme
El chico curioso en su bicicleta observa a los carros que pasan de vez en cuando, aveces y por fortuna... muy de vez en cuando.
Las rosquillas suben en una moto que avanza al sonido de una sirena que al final tiene pegada una bola de aire.
El perro sube, el gato baja, el niño se asoma por la ventana.