Desde ese momento, entendí dos cosas sencillas, la una era que existen dos caminos por los cuales yo me puedo relacionar con cualquier cosa, sea esta humano, animal, planta, espíritu, etc. El primer camino es la dureza, en donde yo aplico la ley, y la otra es la misericordia, en donde no aplica la matemática.

Si elijo el camino de la misericordia me vuelvo amigo del Creador.

Poco a poco me fui metiendo y leyendo, basándome en argumentos llegue a la conclusión de creer en las palabras del Jeshúa judio del cual habla la Biblia y creo que lo que hoy vivimos un tiempo descrito en la Biblia como los "dolores de parto", previo al momento de la tribulación

El resumen de la ley que dejó Jeshúa sería en este caso también suficiente para resumir todo mi credo:

"Ama al Señor con todo tu corazón, toda tu mente y toda tu alma, y ama a tu próximo como a ti mismo."

A partir de esa simple ecuación básica, las cosas se van dando, la fórmula va adquiriendo otras variables como la confianza, y que difícil es pasar de el predicar a vivir, una vida en relación de misericordia con el Creador de todas las cosas.

Avanzando en las escrituras me fui dando cuenta que el ser humano fue hecho con un propósito y este es: "Revelar la multiforme sabiduría del Creador en las regiones celestes" o "Revelar las verdades de Aquel que nos llamó de las tinieblas a Su luz Admirable".

Como artista he tenido una evolución a típica, la mayor parte de mi vida la pase en el servicio del arte de grabar y producir para otras personas, sin embargo ahora quiero usar todos estos talentos e irlos enfocando el lo que considero que es el propósito último del ser humano.

Por supuesto, que vivo, me pasa lo que a todo el mundo, lloro, rio y paso por todo lo que los demás pasamos, no soy una raza alienígena ni estoy de algún modo especial iluminado.

Soy su raza, su hermano, soy de los mismos si usted puede leer estas lineas.

David